A veces, cuando rezamos, lo hacemos de manera rutinaria, de forma que nuestras palabras van completamente vacías de contenido.
En ocasiones, nuestra labor es buscar siempre el camino a lo esencial, en cuanto que no debemos perder el fundamento de nuestra oración: esa relación con nuestro Padre.
Fuente: MARTÍN IRURE, Padrenuestros. Editorial CCS. 160-161.
Que bonito Fátima!! Apúntome... ;)
ResponderEliminarGracias Nuria!
EliminarA ver se nos acompañan as forzas ;)