DÉCIMO DÍA.
El Niño Jesús.
¡Y por fin nace el Salvador! Es el momento de colocarse ante Él, en el humilde portal, y contemplarlo. No hay imagen más bella que la de ese niño. Dios no pudo haberse encarnado en algo o alguien mejor. Los bebés son la imagen más bella del ser humano: un bebé es inocencia, pureza y bondad. Un bebé es alegría. Un bebé es esperanza. Es precioso que ese Mesías en el que creemos viniera al mundo, no como lo esperábamos, sino como un niño.
INVITACIÓN PARA HOY...
Trata de buscar en el día de hoy un momento para la contemplación. Por el día de hoy, ocupa un puesto en el portal de Belén: puedes ponerte justo en la puerta, entre los pastores, ante el Niño, o un poco retirado, junto al río, o sentado en alguna piedra, o cerca de los Magos... Donde tú quieras. Pero ponte en un lugar desde donde puedas contemplarlo a Él, y trata de imaginártelo gesticulando, sollozando, bostezando, riendo... Si te apuras, hasta podrás sentir su olor. No te distraigas, quédate quieto. Si por un momento has conseguido meterte en el belén y centrarte en el Niño, entonces habrás tenido la suerte de ser testigo del nacimiento del Salvador del Mundo.
Fuente: Almudena Colorado, Preparar la Navidad, CCS.
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