En estos días que comenzamos a recibir los envíos de catequistas, veremos por primera vez el grupo con el que tenemos que trabajar, o nos reencontraremos con los mismos de años anteriores. Al mismo tiempo, surgen reflexiones en la cabeza de cada catequista: "no puedo trabajar con este grupo", "es un grupo demasiado pequeño", "es un grupo demasiado grande", "ojalá encontrase un material que me pudiese ayudar con ellos"... Este último pensamiento es recurrente cada año. Buscamos dinámicas, fichas, juegos, explicaciones en todos los lugares a los que podemos llegar. Y la pregunta que yo me hago es la siguiente: ¿No tenemos ya el mejor de los materiales en nuestras manos?
Para todos aquellos y aquellas que se preguntan como hacer una buena catequesis, en el Evangelio de Lucas 24, 13-25 encontramos el relato de una de las que protagonizó el mismo Jesús de Nazaret, con un grupo bien pequeño de discípulos: los dos de Emaús.
Es una referencia, en unos de los pasajes más hermosos de los evangelios, que nos ayuda a descubrir los elementos que intervienen en el desarrollo de una catequesis.
En el cuadro siguiente podemos ver las diferentes frases de este fragmento del evangelio de Lucas, y el momento de la catequesis al que refiere.
Por si os sirve...
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