A veces pensamos que solamente en países del "tercer mundo" necesitan de la misión... Pero ¿y nuestros lugares de residencia?
En este mes de octubre, tradicionalmente misionero en cuanto que nos acordamos - gracias a la campaña del Domund, entre otras cosas - de quienes menos tienen, quiero poner el punto sobre aquellas situaciones que tú y yo tenemos al lado de nuestras casas...
Y que no nos suceda como al Pastor Niemoller en aquel tiempo que tan remoto parece ya...
No hemos sido bautizados para ser espectadores pasivos; sino protagonistas en este tiempo que nos ha tocado vivir.
Y, leyendo, esta tarde, se pueden atisbar rayos de luz al final del túnel, como dicen en las películas.
Testimonios como los de Cristina Belenguer y David Ferreiro nos dan esperanza; otro mundo es posible.
¡Buen domingo a todos!
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