Ayer celebramos en nuestra parroquia la convivencia anual de Voluntariado de Cáritas Iterparroquial de Arousa. Una tarde emotiva en la que no faltó la comunión entre hermanos en la celebración de la Eucaristía, alimentando el alma, y luego el momento para compartir y alimentar el cuerpo.
Por todos los voluntarios de Cáritas, que trabajan sin descanso porque este mundo sea mejor y más justo, hoy digo... Bienaventurados.
Bienaventurados los voluntarios que son simpáticos, pero mejor empáticos.
Bienaventurados los voluntarios que viven la felicidad en clave comunitaria.
Bienaventurados los voluntarios: un corazón que piensa y una mente que ama.
Bienaventurados los voluntarios que se brindan sin blindarse.
Bienaventurados los voluntarios que en su relación de ayuda no se ponen corazas.
Bienaventurados los voluntarios que en su relación de ayuda solo usan máscaras y caretas en carnavales.
Bienaventurados los voluntarios que entran por la puerta grande y salen grandemente por la misma puerta.
Bienaventurados los voluntarios que ven en el asistido una cátedra.
Bienaventurados los voluntarios que son conscientes de que las heridas que le brotan no las produce el asistido; se las despierta.
Bienaventurados los voluntarios que no huyen de sus heridas para no dar consuelos vanos.
Bienaventurado el voluntario sanador - herido - sanado - sanador.
Bienaventurados los voluntarios que saben que hay dolencias de amor que no se curan sino con la presencia y la figura.
Bienaventurados los voluntarios que educan a sus hijos sirviendo.
Bienaventurados los voluntarios que educan a la sociedad con sus valores de servicio.
Bienaventurados los voluntarios: dignifican el espíritu humano.
Bienaventurados los voluntarios que se hacen prójimos ellos primero del último.
Bienaventurados los voluntarios con clase y los voluntarios de todas las clases.
Bienaventurados los voluntarios que no tienen que sufrir para motivarse a serlo.
Bienaventurados...
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