Cuando estamos a punto de comenzar un nuevo curso, y en las parroquias se convoca a los catequistas, a lo mejor hay suficientes, a lo mejor no.
Si vamos a hablar con alguno que creemos que puede desempeñar esa labor, parece confuso, indeciso, incluso contesta: "No me siento preparado".
Nadie que sea catequista puede decir que está totalmente preparado, ni un maestro, ni un albañil... Siempre hay cosas que aprender.
Este decálogo que encontré en la página de la Parroquia de la Inmaculada de Valladolid, nos sirve para ver la esencia del catequista. Y para los que ya lo somos, es un buen punto del que partir en nuestra autoevaluación personal: ¿En qué debemos intentar mejorar?
Es de mucha ayuda para los catequistas en utilizar el material
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