Empezamos, oficialmente, el curso de catequesis en nuestra parroquia (San Esteban de Tremoedo, en Arousa).
Niños, jóvenes, catequistas, padres madres, familias y comunidad parroquial nos reunimos en la misa del domingo 14 de octubre para celebrar en la fe, especialmente este año, el misterio de la Eucaristía.
La palabra que escuchamos con los oídos, la que creemos con el corazón, la que vivimos en las calles, se la comunicaremos, a partir de ahora, a los demás, y, muy centrados a lo largo de este curso que empezamos, en celebrarla todos juntos, reforzando nuestra fe en Dios como parroquia, como familia.
(Momento de la eucaristía; ofrendas)
Los catequistas se comprometen a hacer de su tarea una vocación, dejándose guiar por el Espíritu; poniéndose al servicio de toda la comunidad; siendo testigos de la Buena Nueva de Jesús.
Siendo sal y luz (chispa, entusiasmo, claridad y los primeros en abrir el camino allí donde las palabras y las obras de Jesús todavía no han llegado o se escuchan débilmente); siendo espigas (unidos todos a un mismo cuerpo, del que somos parte y, aunque diferentes, nos sentimos aliados en nuestra tarea); siendo levadura (para que sepamos hacer crecer la fe en los que nos rodean); siendo barro (para recordar que también somos pobres, frágiles, pero estamos dispuestos a que el Padre nos dé forma).
ACCIÓN DE GRACIAS DE UN CATEQUISTA
Dios cuenta contigo.
Sólo Dios puede dar la fe, pero tú puedes dar tu testimonio.
Sólo Dios puede dar la esperanza, pero tú puedes dar la confianza a tus hermanos.
Sólo Dios puede dar amor, pero tú puedes enseñar a otros a amar.
Sólo Dios puede dar la paz, pero tú puedes sementar la unión.
Sólo Dios puede dar fuerza, pero tú puedes sostener al que se cae.
Sólo Dios es camino, pero tú se lo puedes enseñar a los demás.
Sólo Dios es la luz, pero tú la puedes hacer brillar para los demás.
Sólo Dios es la vida, pero tú puedes despertar en otros el deseo de vivir.
Sólo Dios puede realizar lo que parece imposible, pero tú lo podrías hacer posible.
Sólo Dios podría bastarse a sí mismo, pero Él prefiere contar contigo.
Desde Tremoedo, os deseamos a tod@s un feliz curso!!
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